10 abr 2014

A modo de introducción

"En este mundo de tirones y codazos..." o algo así era lo que empezaba diciendo la pagina de la facultad cuando leía sobre las diferentes licenciaturas que tenia para elegir. Elegí la historia porque me gusta, pero ademas, esa manera de arrancar a hablar sobre el perfil del egresado y blablabla me llegó. Si, acepte, porque así lo creo... que este es un mundo de tirones y codazos, un mundo en que la competencia entre los hombres esta matando lo poquito que nos queda de humanidad, o ya ni se como llamarlo, pero es ese "ajskdhjasf" que me da esperanzas, que me provoca fé.
Para empezar un nuevo año, que es como un nuevo día, que es como un nuevo renacer... arranco escribiendo acá, porque se que me hacia falta, que nos hacíamos falta.
Luego de tanto darle vueltas al asunto concluí que el problema no esta en la gente a mi alrrededor, no tienen nada de malo, el problema esta en mi.
De alguna manera cuando mi profesor de técnicas habla de "problematizar la historia", para complejizarla, para analizarla, para estudiarla, lo entiendo con ese buen sentido que tiene la palabra "problema". Pero mi profesora de Antigua sintió la necesidad de hacernos entender que la historia no puede problematizarse, no es esa la palabra que deberiamos usar, porque la historia es algo asombroso, es algo hermoso, es eso que queremos recontruir, conocer, por lo tanto nunca será un problema.
Y bueno despues de tanta vuelta que le voy dando, afirmo, el problema que tengo yo es como el de la historia. Tengo que tenerlo, para cuestionarme, para crear hipótesis sobre mi, y luego derrumbarlas, algunas darlas por ciertas, otras dejadas en el pasado, y así voy haciendo mi propia historia, mi reconstrucción, eso que me hace y deshace una y otra vez. Nunca voy a acercarme a la verdad, pero esta sera siempre una buena manera.