Lunes lluvioso.

Por momentos no podemos ser nosotros mismos, o si, tal vez ( y lo más seguro) somos todo ese "yo" engorroso que expulsa, que aleja, que divide.
¿Tendremos esa tendencia a dividir? Porque tal vez no estemos hechos para unir.
El amor, esa cosa pura, tranquila, segura... Es tan extraña en estos tiempos.
Algunos explican la inseguridad, la inestabilidad, la tristeza, como algo que no es innato del hombre y mujer que está provocado por el mundo en que vivimos y como lo vivimos. Esa manera de producir y reproducir nuestra existencia.

SI, creo que podemos desaprender y construir algo mejor para los de mañana, podemos hacerlo y es comprobable.
Por otro lado, somos seres quebrados marginados y desolados, cuesta mucho sanar y duele mucho caer en esas grietas.
Pero ellas (las grietas), los espacios pequeños pero profundos que nos hacen tropezar se sienten tan míos, tan nuestros.

El miedo a desprendernos de lo conocido del dolor, de la autoflajelacion del fracaso, insistente en ser YO mismo (o lo que creo que soy) .
Me atasca, me nuda, me arrebata: de lo que construyo, de lo que me hace ver la vida diferente.

Duele, se te apreta el pecho y se te llenan los ojos de lágrimas. No sabes por qué, o si, o no querés pensarlo más, solo pasa y llueven tus ojos, llueve el lunes. Así empieza la semana y así termina.-